Vértigo, que el mundo pare!!

Vértigo, que el mundo pare!!!


Estoy sentada en la biblioteca de universidad y observo a toda esta gente, todo parte de un gran engranaje maravilloso y yo, casi que me encuentro fuera de lugar, como buscando alguna cosa a la que pertenecer, en donde sentirme cómoda.


Siento vértigo frente a todos los asuntos que me acontecen y es como que tengo ganas de borrarme, no se, de embriagarme, de drogarme, y despertar con mi vida solucionada. Verdaderamente estoy fuera de lugar, desadaptada y poco convencional, odio la miseria con la que transcurren los segundos, con esa mezquindad que me dan ganas de gritar, a ver si alguna cosa pasa... como si mi vida no estuviera suficientemente removida.


Y tú, Arturo, ni mas ni menos, el mismo de mi vida, la carne que en mis carnes habita, el aire que yo misma respiro, mi alma, mi pena y mi sonrisa. Ese Arturo que no me quita la vista de encima, me pide que despabile y yo sólo quiero borrarme mas. 


Como quisiera evadir la responsabilidad de mi edad, de mis compromisos y de mi vida, quisiera volver atrás y reiniciar... volver muuuuuuuy atrás, añoro cosas tan pasadas que no tienen sentido, quisiera volver a creer, volver todas las paginas atrás y rehacer el camino mal logrado. Pero no, aquí estoy, topando con mi vida de frente y tratando de cerrar los ojos a ver si desaparece.


Necesito de esos malos amigos, necesito irme de juerga, desaparecer nada más, que nadie me extrañe... necesito no pertenecer en serio, no pertenecer verdaderamente, pues hoy, soy solo un  puesto vacío en cada cosa que ejecuto, estoy respirando el aire y diciendo las palabras que me corresponden, como en un parlamento mortal. Pero no estoy verdaderamente, estoy en mi mente, añorando profundamente volver el tiempo atrás.


Estoy ahí, sin sentirme parte, lo soy: soy hermana, hija, compañera, polola, colega, amiga, familiar, conocida... pertenezco sin quererlo. 


Ah! quitenme el nombre y devuélvanme al vientre, que para estupideces no estoy aquí. Vuelvanme niña, que no quiero crecer, vuelvanme niña que quiero volver a creer.


Y tú, Arturo, ni mas ni menos, el mismo de mi vida, la carne que en mis carnes habita, el aire que yo misma respiro, mi alma, mi pena y mi sonrisa. Ese Arturo que no me quita la vista de encima, me pide que despabile y yo sólo quiero borrarme mas. 


Antes sentía que tenía algo que demostrar, pero hoy el sol no brilla y yo no tengo nada que reverberar... como si quisiera ser mejor. Ya no me interesa siendo honesta; pero aun así, estoy aquí escribiendo, debe ser porque odio las últimas lineas de mi vida; son un detestable e incapaz intento de mi, un intento que no ama, no odia, no se afana, ni se desliga... soy un ente andante que busca una corriente que la aviente... espero que una me lleve lejos, tan lejos que los recuerdos se queden en casa, tan lejos que baste con parar el mundo para volar.


oh!, Que el mundo pare!
NB