Entre cerros y laderas,
entre playas y riveras,
entre calles de lamentos y veredas de pena.
Ahi voy yo al galope de mi fiel corcel de sangre pura y noble estanpa, merodeo los senderos de Santiago de nueva extremadura, y a no mas de un kilometro de las alamedas, en un carrueje doble veo tu bello rostro somnoliento; bajas a pocos pasos de tu hacienda patronal y caminas sin importan si tu vestido se moja con los charcos de agua.
Y yo radudo en mi corcel, cuando decido parar para saludarte, mi fino compañero decide seguir sin previo aviso unos cien metros mas... ahi logro decender del corcel y sin mas que decir decido correr a tu portico y encontrarte presta a llamar para que anuncien tu llegada y habran los robles de manijas de oro... de pronto te alcanzo y extiendo mi mano, tu te volteas, te sorprendes con alegria, nos acercamos, nos besamos y como siempre yo te digo - ¿sabes mi amor?, cuarta vez que tomo la micro fuera de la U y en vez de parar en carmen con matta me deja frente al negocio del maestro, eso me pasa por irme adelante y no pagar el pasaje mira que soy pavo, todo sea por la economia... -.
Arturo Matamala.