sábado, 4 de enero de 2014

Pánico

Soy una pluma que replica sus giros al caer, no tengo forma de evitarlo, sin embargo caigo con la sutil elegancia y liviandad de quien baja por su propio deseo, aunque por dentro me desarme esta circunstancia, donde las subjetividades se cruzan y los pensamientos, conclusiones y cálculos llevar a los puertos desolados donde ya no quiero mirar, donde las humillantes marcas del pasado reverberan ensalzando mi camino y mi vista, como si no fuera suficiente con mis propias cadenas, ahora cargo las de mi pasado como un muerto que ha cobrado vida.


¿Hace cuanto mi mente traiciona mis deseos y degenera mi visión?, ¿y hace cuanto soy esta adulta que piensa para atesorar su integridad?, ¿y de que me vale si la inminente caída se perfila frente a mi amoratada memoria?

Natalia de Asterión

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