jueves, 31 de marzo de 2011

Cosa de libertades

Libertad, parece cosa lejana, como venida de algún cuento épico o una leyenda muerta, bajo supuestos que hoy seguimos llamando libertad, aunque no gozan del contento que supone tenerla, parece que hoy no es tal, es como un disfraz que encubre ciudadanía y pertenencia servil.

Como todo, algunos parecen creerse el disfraz, pero a esa oveja se le ven los dientes y unas extrañas pezuñas, es que con esto de la costumbre olvidamos que la libertad encubre una pizca de casualidad, otra de intención y una sensación como a ropa holgada, y hemos cambiado aquel significado con el de bienestar y tranquilidad, algo usual cuando felicidad parece ser sinónimo de acaudalar riquezas, así no es extraño que la gente que se siente libre tenga algunas comodidades más que el común.

Pero, ¿Cuál es el significado perdido de libertad?, ¿será una cosa relativa al sueldo? O ¿será relativa a vivir en ciudadanía?, no olvidemos que mucho se ha hablado el respecto, Hobbes por ejemplo plantea que para ser libres debimos reunirnos en ciudadanía, y con ella obtendríamos derechos que resguardarían nuestra libertad, y deberes que nos limitaría, para no limitar los derechos del otro, algo así como “mi libertad termina en la libertad del de al lado”.  Así los resguardos de ser ciudadano conllevarían deberes civiles propios de un sistema hecho para la comunidad.

Parece que mientras más uno ahonda, más se pierde la esencia de libertad, la libertad es clasificada por ámbitos; libertad política, social, económica, educacional, sexual, alimenticia, cultural, musical, espiritual-religiosa, comunicacional, etc. ¿No será solo una la libertad?

Puede que si hablamos de solo UNA libertad, estaríamos hablando de una cosa bastante subjetiva, ab imo pectore, es decir, individual y cada cual es libre de sentirse libre bajo sus propios preceptos libres; solo espero desde esta individualidad que sean realmente preceptos y no conformismo a una cosa que no se le puede desafiar.

La libertad entonces es una virtud, don o característica propia de nacer y vivir, que uno no se sienta libre es cuestión de preceptos, no es culpa del de afuera, ya que es tan subjetiva que uno en sus zapatos puede tan infeliz, mientras que otro en los mismos calzados sea el más feliz de los hombres. Convendría entonces, para no ser tristes personas que nuestras pretensiones sean lo bastante plásticas para no terminar ahogando el alma.

Parece que no es suficiente, de ser así, el hombre es un pobre ser destinado, se supone que la libertad, así como la felicidad, el amor, la tristeza, la esperanza y otras más deberían ser obtenibles por todos; tristemente la libertad parece ser a estas alturas una cosa que se tiene cuando se es libre para tenerla o se tiene tanta libertad que se puedan alterar los preceptos libremente para ser feliz con lo que se es.

Así, entonces le digo a Ud. Que si no se siente libre, cambie sus exigencias y vera como se empieza a sentir libre.

Si Ud. Sueña con una gran prado y solo tiene un patio delantero de 4 por 2 metros, comience a soñar con un patio de 2 por 1, cuando salga se sentirá tan libre, que no podrá imaginarse un patio más grande que ese; es la única forma que queda de superar ciertas expectativas.

Si no le parece, es Ud. libre de sentirse desdichado.


NB.

No somos esfinges

Antes de todo aclarar que no se trata de un texto político ni económico, es de las idiosincrasias que ha generado la igualdad de género com...