lunes, 3 de junio de 2013

Oraciones Viejas

Muchas veces me han bendecido y he sentido protección, y yo misma, en mis desdichadas búsquedas nocturnas he reprochado a mi destino las malas causas, los malos destinos y mi mal estado.

Y es que en oraciones baratas me cubrí de sosiego, hasta que mi alma endureció o se desdibujó, no lo sé. Y es que en días como hoy, ya no tengo reproches para mis circunstancias y comprendo, más que nunca, que el destino no es más que las suma de mis actos y que de culpar a alguien, es a mi misma por permitírmelo.

Entonces imploro a mis pies ser capaces de reeducar sus pasos, de desandar los caminos truncados y correr libre por senderos y campos abiertos que no me he permitido descubrir, sin embargo, estoy de nuevo aquí, atrapada en mi misma, sin querer ayuda, y aparentemente sin querer ayudarme.


Es urgente quitarme esta piel, es urgente huir de mi misma y ni siquiera puedo correr.


NB

No hay comentarios:

No somos esfinges

Antes de todo aclarar que no se trata de un texto político ni económico, es de las idiosincrasias que ha generado la igualdad de género com...